"La naturaleza humana no es ni la suma total de los impulsos innatos fijados por la biología, ni tampoco la sombra sin vida de las formas culturales a las cuales se adapta de una manera uniforme y fácil; es el producto de la evolución humana, pero posee también ciertos mecanismos y leyes que le son inherentes. Hay ciertos factores en la naturaleza del hombre que aparecen fijos e inmutables: la necesidad de satisfacer los impulsos biológicos y la necesidad de evitar el aislamiento y la soledad moral. El individuo debe aceptar el modo de vida arraigado en el sistema de producción y distribución propio de cada sociedad determinada. En el proceso de adaptación dinámica a la cultura se desarrolla un cierto numero de impulsos que motivan las acciones y los sentimientos del individuo. Este puede o no tener conciencia de tales impulsos, pero en todos los casos ellos son enérgicos y exigen ser satisfechos una vez que se han desarrollado. Se transforman así en fuerzas poderosas que a su vez contribuyen de una manera efectiva a forjar el proceso social.
(...)
La libertad caracteriza la existencia humana. Su significado varía de acuerdo con el grado de autoconciencia del hombre y su concepción de sí mismo como ser separado e independiente, como entidad separada y distinta de la naturaleza y de los hombres que lo rodean. Sin embargo, esta autoconciencia siguió siendo muy oscura durante largos periodos de la Historia; el individuo permanecía estrechamente ligado al mundo social y natural del que había emergido..."
Fragmentos de:
"El miedo a la Libertad"de Erich Fromm











